Zoociedad (des)encantada I

Hay momentos en que sueño encontrar la manera de poder habilitar un link que lleve directamente a mis pensamientos, porque muchas veces no consigo explicar la primera idea que me llevo a posteriores divagaciones, idea que precisamente contiene los supuestos sobre los que baso mis siguientes teorías.

Intento sin todo el conocimiento que me gustaría acceder, explicar lo que opino sobre las prisiones impuestas a las mujeres a través de los siglos. Admito que mi escaso conocimiento de historia podría desembocar en errores u omisiones; pero voy a correr ese riesgo. También soy conciente de la amplitud de los temas por los que he divagado y tengo que aclarar que muchos de ellos fueron tocados con simpleza para tener un acercamiento y no una total evaluación.

Imaginemos el momento en que la humanidad es aún nómada, las mujeres en igual condición participaban de todos los grupos llamémosles productivos, la sociedad era netamente matriarcal pues como todo lo incompresible era divino, las mujeres eran diosas creadoras de vida.

Se puede hablar de una especialización, al dejar atrás a las mujeres embarazadas que perdiendo su agilidad no son ayuda y pueden ser estorbo en las acciones de cacería, acción que tendrá como resultado el desarrollo de la agricultura que a su vez desembocará en el sedentarismo.

¡Vaya fatalidad no prevista por las mujeres! el sedentarismo implica el primer problema de economía y legalidad: La propiedad privada y como heredar el patrimonio. Es el hombre quien quiere estar seguro de que el fruto de su trabajo será del disfrute solo de sus descendientes, tarea difícil de asegurar pues solo la mujer puede asegurar sin test de ADN cuales son sus hijos. Nace en ese momento la primera cárcel machista, la violencia física. Pues el hombre se adueña de una mujer, cosificándola como bolsa paridora de crías, sus propias crías.

La religión también da un salto y cambiamos todas las diosas por dioses un poco vengativos, violentos y rencorosos, pero ese es tema de otro post. Siglos van, siglos vienen e inicia la era del cristianismo con su único dios.

¿Cómo podrían continuar obligando a la mujer a la eterna obediencia? si es que ellos estaban ausentes del hogar entre guerra y guerra, ¿Cómo? ¿si la fuerza física no se podía aplicar de manera constante? echando mano a la religión, Dios mira y Dios castiga. Mientras más tormentosa sea tu vida, más grande tu parcela en el cielo y todo, prácticamente todo lo que una mujer desea es pecado.

Segunda trampa: La religión.

La religión católica se basa en el pecado original cometido por… ¡una mujer!... si bien es cierto que se debía otorgar un grado de magia a esta naciente religión, pues de otro modo ningún profano habría cambiado su dios o dioses que conceden favores luego de un sacrificio por otro que solo pide confianza ciega con la promesa de un paraíso en otra vida… la llamemos magia del catolicismo es marcada en sus raíces machistas, es María la virgen que tiene un hijo sin pecado concebido, María la Virgen, la pura, porque el hijo de Dios no podía ser engendrado por un ser mortal. Ponen en escena a otra María, la Magdalena, que se arrepiente de su mala vida y es perdonada por Jesús, el resto de las mujeres que entran en las páginas de la biblia ayudan a ilustrar que la idea de que la mujer debía sufrir para merecer el cielo era algo totalmente natural.

Pero seguimos evolucionando y el momento de la separación del estado de la iglesia plantea nuevos conflictos, se cuestiona a Dios durante el proceso ¿Qué hacer si la fuerza física no es suficiente? ¿Qué hacer si Dios no es omnipotente?, crear la tercera trampa: El amor.

Pero no el amor como sentimiento, eso estaba ahí desde siempre, crearon el concepto del amor, fraccionando, mutilando al verdadero amor. Recordemos que antes del renacimiento los matrimonios eran concertados por los padres como un acto comercial más, hombres adultos que buscan una mujer que no haya sido mancillada, en otras palabras, hombres de 50 casados con chiquillas de 15 (con suerte) bastan diez años de matrimonio para que cualquier mujer en plena flor de la vida busque en otros rumbos lo que su anciano (para la esperanza de vida de esos siglos) esposo no podía darle. Es aquí que nace el amor platónico, sin culminación carnal, para que las mujeres no enloquezcan y comentan un suicidio grupal pues no existía libertad alguna para ellas.

Las historias de amor nos han llenado la cabeza de falsedades desde entonces, evolucionando hacia el amor romántico, ese que venden las novelas, las películas de domingo por la tarde, las parejas perfectas. Y ahí señores, ahí se equivocaron, si durante siglos se han cansado de repetir que las mujeres sienten mas que los hombres, que comprenden mejor los sentimientos, que tienen un sexto sentido… el amor entonces, no puede ser fruto de la definición masculina.

... Continuará...