martes, 30 de octubre de 2007

Que hacer antes de los treinta...

No soy de esas personas que se quitan años o que consideran que preguntar la edad es de mala educación, a pesar del bombardeo televisivo creo que la juventud esta sobre valorada y que las cremas no nos hacen más felices ni las arrugas son un símbolo de muerte social.

Por lo que si declaro que tengo miedo de cumplir los treinta podría generar un ola de frases como “te contradices” “en realidad te importa ser joven” y otras que prefiero no pensar. Pero no es cierto porque mi temor esta basado en pilares que no son los físicos.

A partir de los treinta ingresaré en las estadísticas de persona adulta… ¿pero como son las personas adultas? Serias? Responsables? Los datos de segmentación de mercado no me ayudan porque si bien mi rumbo profesional ya esta trazado el laboral encuentra las puertas cerradas, no estoy casada, no tengo hijos y tampoco tengo una gran cantidad de dinero para gastar.

Sé que soy capaz de superar la siguiente etapa, que tal como pude dejar la adolescencia atrás conseguiré ser una mujer adulta hecha y derecha, pero ¿Cómo mantener el glamour? ¿Qué tipo de adulta quiero ser? ¿De aquellas que encajan con precisión? ¿De las que dicen la palabra perfecta en el momento adecuado?…

Entonces como personaje de película rosa (y mala aspirante de adulta), se me ocurrió despedir mis años mozos con una elaborada lista de cosas que hacer antes de los treinta, pero era algo más que una despedida a una década de desenfreno, era la perfecta excusa para evitar hacer una evaluación de vida, de los pros y contras del pasado: de las políticas del futuro. Pero la cobardía me tiene atada y mantengo pendiente la conversación con mi Pepe Grillo.

Esperaba poder incluir en esa lista actividades que no podré hacer más adelante, para inspirarme imagine tres grupos: Desacato a la autoridad, deportes de alto riesgo y realización personal.

Dentro del apartado de desacato a la autoridad quería inventar las últimas locuras de mi juventud, ese tipo de cosas que no podría hacer "después de" por falta de excusa, de alguna manera quería culpar de todas mis estupideces a la crisis de los treinta. Pero a esta cabeza le falta imaginación o le sobró valentía en los cortos veintes, porque todo lo que se me ocurría lo había hecho antes. Los deportes de alto riesgo se postergaron poco a poco por falta de presupuesto y aunque me duela aceptarlo no pude encontrar nada para llenar mi columna de “realización personal”… así que mi lista se vio reducida al título principal, una autora y tres columnas, en una enorme hoja en blanco.

Entonces cambié el enfoque e intenté planificar la fiesta de cumpleaños perfecta, sin embargo me di cuenta de que el día que mi madre dejó de organizarme las fiestas mi mejor amiga tomo el relevo y se encargó (desde hace mas de 15 años) de que ese día no me deprimiera. Con tan poca experiencia en la organización no se me ocurrió más que la lista de invitados, el lugar y la posibilidad de que sea de disfraces, así que llame a mi hada madrina para pedirle que anticipe el evento y se haga cargo de mi “fiesta sorpresa de no cumpleaños” (tendré que festejarlo antes del gran día).

Sin lista, sin fiesta, sin nada más que hacer que el balance de vida, decidí que el próximo año repetiré pierna, cumpliré nuevamente los 29; NO para ser públicamente más joven, lo haré para tener todo un año para pensar en mi lista, la fiesta y los cambios trascendentales que dará mi vida cuando cumpla treinta.

sábado, 27 de octubre de 2007

El síndrome de Ulises o del inmigrante triste (Culture shock)

Es un proceso psicológico por el que atraviesan aquellas personas que por diferentes motivos ingresan en un ambiente cultural diferente al propio, se lo estudia por lo general en expatriados y/o inmigrantes, aunque se trata de un esquema general, el identificar los principales puntos de transición puede ser de gran ayuda para la integración de estas personas. Es un proceso algo controlable y bastante universal con efectos psicológicos y a veces físicos. Sin embargo no se trata de una receta o una serie de etapas en orden específico y obligatorio.

Cuando ingresas a un sistema cultural diferente al tuyo sufres un Shock (utilizando una traducción de conmoción o sobresalto y no choque). Porque todo es diferente, la casa el trabajo, la comida, los amigos y esto desorienta mucho. No siempre sabes como comportarte y tampoco estás seguro de si el resto sigue las reglas o si intentan aprovecharse de ellas. Empieza un proceso en el que cada quien se cuestiona la corrección y sobretodo la universalidad de sus propios valores y esto causa estrés, pero se debe tener en cuenta que las consecuencias de esta “desorientación emocional” dependen de la capacidad de adaptación de cada persona.

La primera etapa se denomina “la luna de miel” porque frecuentemente se siente una euforia y jubilo por el nuevo lugar, seguido de una bajada rápida hacia la irraitabilidad o incluso hostilidad al empezar a sufrir las dificultades y notar las diferencias de valores y defender los propios (culture shock). Las siguientes etapas son el ajuste, adaptación, hasta llegar a la biculturalidad e integración.

Al regresar al lugar de origen, a menudo se sufre el reverse culture shock. Como te habías adaptado a la nueva cultura y quizás pasado por una transformación personal, regresar a la antigua vida es complicado. No sentirse completamente cómodo “en casa” puede desorientar aún más, y la gente alrededor puede ser aún menos comprensiva con alguien que se queja de casa y añora otro lugar, es necesario un nuevo ajuste hasta adaptarte nuevamente al punto de partida.

jueves, 25 de octubre de 2007

Cosmobolitas

Después de una clase sobre recursos humanos y la explicación de la necesidad de las empresas de contar con gente cosmopolita entre sus filas, tuve que dirigirme a la Real Academia de Lenguas Española, para salir de la duda… como debo ser? Cual es el perfil profesional que debo llenar?. Para mi desilusión, lo que encontré, fue lo siguiente:

cosmopolita.
(Del gr. κοσμοπολίτης, ciudadano del mundo).
1. adj. Dicho de una persona: Que considera todos los lugares del mundo como patria suya. U. t. c. s.
2. adj. Que es común a todos los países o a los más de ellos.
3. adj. Dicho de un ser o de una especie animal o vegetal: Aclimatado a todos los países o que puede vivir en todos los climas. El hombre es cosmopolita.


Como es un habito en mi, el crear conflictos desde donde no existen, la piel se me pone de gallina y el corazón de pollito. ¿Es que para ser cosmopolita debo dejar de amar a mi tierra? ¿Dejar de extrañar los chicharroncitos de la mañana, los sándwichs de los siete lunares y la casuela que hace mi mama y no se parece en nada a la casuela tradicional? …¿abandonar las cotidianas costumbres y decir tojorí cuando toda mi vida he dicho tujuré?

Aunque hoy fue el día en que parí el asunto, ha crecido en mis entrañas desde el maravilloso día en que mis padres decidieron traerme al mundo en La Paz, criarme en Sucre, llevarme de vacaciones a Santa Cruz y enviarme a la universidad en Cochabamba… sin olvidar mi aportación de enamorarme de un trinitario.

Porqué me preocupan estos detalles cuando la definición no excluye el amar a la primera patria? Por una razón simple… estoy lejos de ella y no quiero olvidarla… no quiero convertirme en uno mas de tantos bolivianos que olvidan su acento y que al regresar la llajua les cae mal… no quiero considerarme hija de todas las patrias, porque seria una mal parida de mas de 150 madres.

Es jodido ser extranjero en cualquier lugar, pero es mas jodido ser boliviano extranjero en cualquier lugar… nadie puede entender porque amas a tu patria, después de media hora de contar al mundo que no ganamos guerras, que preferimos un carnaval, que regalamos tierras, que nuestros gobernantes fueron capaces de matarnos una noche de San Juan y que resumiendo nos violan cuando quieren… te sale un grito del alma y dices… ¡por que es mi patria carajo! y como no tenemos un slogan tan pegajoso como el de “Viva México, cabrones” levantamos la copa y acto seguido gritamos “salud, seco”… como me gustaría saber de memoria el poema del canal siete, que en mis primeros años cerraba la emisión con una frase que decía “por mi bendita patria”.

Desvarío con la idea que me lleva a escribir estas líneas, intento explicar que no es la primera vez que me siento ajena, que tengo el acento camba y soy orgullosa de ser paceña… que me sentí extranjera en casa, cada vez que extrañaba a la ultima ciudad que había dejado atrás. Que nunca he comprendido el odio entre regiones porque cada vez que hablan mal de un lado, tengo razones para apoyarlo.

¿Cómo puedo pretender ser cosmopolita? Si España no me trata de collita, no me invita cuñapés calientes por la mañana ni respeta la hora boliviana. ¿Cómo? si mi patria corre por mis venas, si extraño pedir una rebaja a las caseras y el modo de latir que tiene mi corazón cuando escucha una chacarera…

Tal vez si lo he sido, pero solo en casa, porque nunca he podido dejar una ciudad atrás sin pensar que regresare algún día, no existe pureza ni en mi vocabulario los ñaupa tiempos están mezclados con las jotas, y en mi mundo de colores los pata amarilla tienen hijos con los de sangre azul.

Con la mano en el pecho, declaro:

Cosmobolitas del mundo Veníos (a Bolivia, claro!)

Mayo de 2006

Lilith

sábado, 13 de octubre de 2007

Los viajes y las muelas

Existe una relación importante y poco estudiada en nuestro medio, aquella que corresponde a los viajes y las muelas. Esta investigación podría obtener como resultado mejoras en el comportamiento, en la oferta de servicios e incluso llegar a extremos místicos como la búsqueda de un nuevo santo.

Partiendo de la teoría causa y efecto, podemos observar que como consecuencia de la proximidad de un viaje, el boliviano promedio visita al dentista (además comprará un lote nuevo de ropa interior, pero este tema será desarrollado en investigaciones posteriores).

El razonamiento que determina el diagnóstico, sigue un patrón poco científico pero frecuente en el uso, tanto para dentistas como para pacientes: “A menos de 500 km, solo se necesita una limpieza, entre 500 y 2000 km tratamiento de caries y si se trata de viajes mayores, un tratamiento completo”

El factor de control puede variar de distancia a tiempo, si el viaje a realizar, medido en kilómetros es relativamente corto, la duración en tiempo será determinante. Se realiza entonces una analogía similar al caso de las distancias: Por viajes al rededor de medio año, una limpieza y tratamiento de caries. Mientras que para mayores ausencias se habla de cambio de amalgamas e incluso los temidos tratamientos de conducto.

Los motivos que conducen a este comportamiento son variados, el 51% de la población asegura que se debe a un desconocimiento del costo que puede significar visitar un especialista en otras localidades; el 29% alude a la falta de confiabilidad. Sin embargo el restante 14% confiesa motivos más simples como el pudor de abrir la boca frente a desconocidos. Y por último un 4% que no sabe no contesta.

Un agravante que complica una situación que se muestra simple, es el hecho de que los bolivianos que recurren a estos servicios bajo las circunstancias descritas, visitan a su dentista amigo a último momento.

Como consecuencia el cronograma de actividades es por demás apretado, dedican una mañana a abrir 32 piezas dentales, que serán selladas por la tarde y si es necesario un turno para las extracciones o “varios”.

Alejados ya de toda supervisión, surgen las complicaciones, inflamaciones severas, sensibilidad dental e incluso pedazos de muela que salen a la superficie tiempo después. Como consecuencia muchos pacientes buscan en diferentes medios, cual es el santo que deben invocar para las curaciones milagrosas.

Como conclusión de esta investigación se puede decir que, no hay soluciones simples o rápidas en el tratamiento dental, por esto se sugiere a los habitantes del territorio boliviano tomar las precauciones necesarias en caso de viajes; a los médicos dentales se les aconseja contar con atenciones especiales en horario o un tratamiento en cadena que pueda apresurar las curaciones.

Y por último, se mantiene a manera de interrogante una cuestión que no pudo ser diseccionada durante el desarrollo de este trabajo, para ser analizada en investigaciones posteriores:

¿Cuál es el santo al que se debe recurrir para las curaciones milagrosas y sin intervención médica?

NOTA:
Ningún dentista resultó herido durante la presente investigación, algunas muelas se mantienen en estado crítico, mientras que las encías fueron dadas de baja la quinta semana del mes en curso.