Tras cinco años de compañía, mi portátil ha decidido tomarse vacaciones permanentes y dejarme sola e incomunicada. Así que el silencio se ha debido a cuestiones meramente técnicas. Mientras soluciono este problema y busco la manera de renunciar a la pobreza franciscana para acceder a una nueva, enviaré señales intermitentes, como luciérnagas, para que las mujeres que viven en mi, no se vuelvan -además de invisibles-… mudas.
A tiempo el espacio
Hace 3 años
4 Invisibles:
Un texto genial, querida Lilyth. Que no se queden mudas todas las mujeres que te pueblen, que nunca enmudezcan...
Un beso enorme.
Bueno algunos hombres estarian mas que contentos.
Je.
Besos, linda.
:-( y ahora? que hay de los cuentos que me arrullaban por las noches...?
Salu2
Ánimo y grita!!! Te escuchamos.
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