Besos kamikaze

Los besos que aun no te he dado a veces se convierten en mariposas que quieren llegar lejos y revolotear sin darte tregua, tienen sólo un día de vida, por eso deben llegar tan rápido como se los permita el viento.

Hay mañanas en las que despiertan besos espía… mientras curiosean tus labios, descifran tus ojos, tu piel, tus latidos… me envían mensajes cifrados con la esperanza de que pueda reconocerte en esta y otras vidas.

Otras veces nacen besos doctores, psicólogos, curanderos que puedan cerrar todas tus heridas, besos repartidos en la comisura de tus labios, en tus manos, en tu frente, en las grietas de tu corazón abandonado… en todos los lugares donde necesites mis besos bálsamo.

Si por culpa de alguno de estos besos que traspasan el tiempo cayeras en el mar de las pasiones y feroces tormentas te atrapasen… enviaría entonces besos salvavidas que vayan en tu auxilio o mejor aún, cadenas de besos, uno agarrado del otro para que en el momento en que te toque el primero… el resto jale con fuerza y te traiga a mi lado donde te pueda mantener a salvo.

Aunque no siempre son besos buenos, a veces pierden el control y se vuelven besos lanza llamas o se desesperan tratando de inundarte y son besos aguaceros… o pierden las esperanzas convirtiéndose en besos pendencieros, infantiles, que tiran piedritas a las ventanas de tu alma mientras profieren a amenazas… pero tu mirada los tranquiliza y sus gritos se convierten en serenatas y mis besos mariachi te cantan hasta las siete de la mañana.

Así regresan embriagados de vos murmurando planes de guerra… reclutan a todos los besos sin excepción para convertirse en besos kamikaze…esos que sólo nacieron para morir en tus labios.