Sin embargo agradecía esas líneas que entre despistes y palabras le preguntaban como estaba y le mandaban un abrazo grande y un “nunca olvidaré los buenos momentos” había esperado esta frase… ¿Cuánto?... ¿cinco años?... ¿tres? Ya había perdido la cuenta en la larga espera, necesitaba hacer memoria y juntar recuerdos para estar segura de del tiempo pasado, aunque eso ya nada importaba, la frase llegó -por mail, no por carta- y podía dar fin a la espera.
Ahora sabía que fue cierto, que todo el tiempo a su lado, ese que en algún momento creyó perdido, estaba envuelto en un sentimiento real, que llegó a su fin un triste día de julio, pero fue real mientras duró.
No supo si el mail era un hola o un adiós, si se trataba de una mano tendida o el trazo final que cerraba el círculo abierto hace años. Pero era cierto y es lo único que importaba. Nadie tenía porque saber que sin ansiedad seguía esperando esa frase, que sin descuidar su vida tenía una historia incompleta con el botón de “pausa” apretado.
Escribió mil respuestas en el aire “te quiero” decían algunos borradores, otros simplemente eran un espacio vacío, una respuesta en blanco, atrás quedaron los gritos, los reclamos, el largo recuento de daños, le había dicho que no olvidaría los buenos momentos, y era suficiente. Era suficiente porque ¿para que recordar los malos?
Busco casi por instinto su aroma en el ordenador, pero estos aparatos tan modernos siguen sin el contacto esencial y básico. “nunca olvidaré los buenos momentos” repitió como para llenarse el alma con esa frase que significaba tanto a pesar de ser tan poco.
No supo si él enviaba un mensaje que era el comienzo o el final, simplemente se puso en la boca estas cinco palabras y las masticó hasta llenar el hambre que había tenido de ellas durante tantos años. Por la noche guardó las palabras alimento en un cofre, suspiró pensando que fue cierto y pudo dar -por fin- el punto final a una historia que no llegó ni a cuento.
11 Invisibles:
Me gusto, el cerrar cosas hace bien. Y si es un buen recuerdo mejor aún.
Besos linda.
pero se alborotan sentimientos guardados, recuerdos que estaban dormidos y se despiertan sensaciones que pueden o no ser agradables...lo cierto es que siempre es un masaje al corazón saber que no te ha olvidado como tu no lo has olvidado...
Muchas historias reales son así, como bien describes: no tienen final y se quedan en el limbo de la memoria a la espera de...
Me gustó.
Besosss
simplemente me leí en tus palabras....
(suspiro)
un abrazo Lilyth!
Uff, me dejas un poco de mal sabor, me gustan las historias felices, cuando dos personas se encuentran, se conocen y se llegan a amar. En fin, también soy de los que creo que todo llega, y seguro que en otro post tendremos un final más feliz, seguro seguro. Un gran besotazo, Miauus de Michel y te deseamos un Buen Fin de Semana!!.
al recibir cosas asi y poner puntos aparte recuperamos un poco de algo que se quedo por ahi....
y recordamos tambien puntos finales que nosotros podriamos poner aunque pero no nos interesa hacerlo aunque eso signifique devolver algo que para alguien fue importante ......
muy buen post te sacude baules y aticos guardados dentro el corazon
Precioso como siempre, esto de cerrar puertas (con alguien afuera o adentro de la habitación) es urgente siemrpe (creo yo). Porque en fin esas cosas que temirnamos a veces ocultándolas en alacenas, cajitas de zapatos y baules con tres llaves pareciera que luego de un tiempo se pudren olvidadas o peor que olvidadas... innombrables. (ay! incertidumbres terribles tan poco saludables)
Precioso. Me ha encantado tu blog, he llegado aquí a través de La mirada de Cristal, y me seguiré pasando =)
Un beso!
Nímio, pero aún hay dolor en ese recuerdo Lilyth. Quizás esas palabras tan esperadas ayuden a pasar página. A veces, lo que fue, ya no es... pero de alguna forma siempre está... ¿verdad?
Un beso.
Me ha encantadolo de masticarse las palabras. Genial.
Pucha que hay frases que alimentan el alma, no importa que te la manden en un SMS o en un mail. Eso sí, recibidas de puño y letra son otra cosa: son doble gloria.
Un abrazote.
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