Llueve… como suele llover en Sucre, las descargas eléctricas se escuchan a lo lejos mientras iluminan la ciudad. Las gotas que caen sin control, lavan sus calles… su gente… su melancolía.
Llueve y siento la nostalgia de quien sabe que tiene que partir nuevamente –eterno ir y venir- sentimiento constante de extrañar un lugar. Ya no me quedan lágrimas, simplemente lo acepto.
Llueve y siento la nostalgia de quien sabe que tiene que partir nuevamente –eterno ir y venir- sentimiento constante de extrañar un lugar. Ya no me quedan lágrimas, simplemente lo acepto.
5 Invisibles:
“eterno ir y venir, sentimiento constante de extrañar un lugar”
Que rápido pasan los días, espero que hayas disfrutado cada segundo, sé que lo has hecho. Cuando salgo de Bolivia, siempre está lloviendo, me gusta imaginar que la Llajta llora por mí, que le da mucha pena verme partir una vez más y que por eso se echa a llorar. Y mientras siga lloviendo cada vez que me vengo, pues seguiré creyendo lo mismo.
Ya no lloro cuando parto, veo las montañas, como poco a poco se hacen más pequeñas y para cuando llego a Viru Viru ya estoy más tranquilo, reniego un poco cuando llego a Miami, cambio mi lengua, y me alisto para hablar ingles nuevamente. Durante días me quedo con las imágenes de los últimos días, con frases dichas o escuchadas aun no procesadas en su totalidad. Me queda la nostalgia nuevamente. La acaricio y recuesto en la parte más alta de mi librero, porque se que me estaré chocando con ella, cada vez que ésta se levante y venga a sacudirme los días de lluvia. Y nos quedemos los dos solitos, mirando por la ventana, esperando algo, pero sabiendo con certeza que nada llegara, no hasta dentro de muchos meses, cuando nuevamente estemos de la mano, subiéndonos a un avión, rumbo a Miami, luego a Viru Viru, y en seguidita a mis montañas queridas. Siempre sale el sol cuando llego a Cocha, (déjenme vivir en mi fantasía…) todos sabemos que yo llevo el sol a Cocha, y que todo el tiempo que estuve ausente, la ciudad lloraba… lloraba por mi.
Un abrazote lilyth!!
Ese sentimiento de extrañar, de nostalgiar las cosas a veces hacen que las idealicemos demasiado, pero así actuamos con las cosas que nos llenan el corazón de alegría.
Ojalá que tu próxima venida a Bolivia puedas darte una vueltita por Chuquiago.
Te dejo un abrazo querida cosmoBolita.
es una pena que las cosas lindas tengan que durar tan poco, me quedo con la lluvia y las imagenes de tu presencia aquí...
.....
Utópico, ya sabes la lluvia es la huella digital de cada lugar.
Capsulita, te cuento que pase por Chuquiago unos días, el sorojchi casi me mata jajajaja
Es bueno nostalgiar de vez en cuando, siempre que no te gane la tristeza.
Jp yo me quedo con las fotos jajajaja
Joup: ... ;)
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