domingo, 23 de noviembre de 2008

Ausente

A veces me siento como ajena a mi propio cuerpo, de alguna extraña manera el aire que respiro me aleja de mi misma creando la ilusión de que mi mente no tiene relación con mi cuerpo.

Entonces respiro profundamente para sentir como el aire me da vida y escucho los latidos de mi corazón; pausados, lentos, agradables.

Las ideas recorren inspeccionando mi cuerpo y me siento como imagino se sentiría un extraterrestre estrenando un cuerpo humano, maravillada con el funcionamiento, con la perfección de ese pedazo de carne que puede ser tan fuerte y al mismo tiempo tan débil.

Sigo respirando mientras la sensación de foránea se intensifica en el instante en que la percepción de mi cuerpo no coincide con su ubicación, tengo la impresión de que mi mente piensa que estoy de pie mientras estoy segura de estar acostada.

Pienso en las situaciones extremas a las que mi cuerpo se ve sometido en el día a día y me asombro de la capacidad de sobrevivencia que tiene. No puedo evitar el fatalismo de las situaciones de riesgo ante las que estoy indefensa, a pesar de ser una situación opuesta todos estos pensamientos me llenan de vida.

Poco a poco olvido la conciencia de cada respiración y vuelvo al estado instintivo de vivir, mi mente y cuerpo regresan a su origen y pasado un momento vuelvo a ser la misma irresponsable que no cuida un regalo tan impresionante.



10 Invisibles:

Marysol Salval dijo...

Nuestro cuerpo es tan perfecto que aun en las situaciones más difíciles se defiende y sigue funcionando aunque nuestra mente no le preste atención.
Cuídate mucho, querida Lilyth y disfruta la vida, ella tiene mucho que ofrecernos.
Besos

RAMPY dijo...

Estoy de acuerdo con Marysol
Te mando un besote enorme
Rampi

Duncan de Gross dijo...

Creo que más o menos todos, con mayor o menor intensidad, hemos experimentado esa sensación que describes, el cuerpo es una gran máquina, no perfecta como durante años nos lo han querido vender, pero si una gran máquina... Mucho animooo!!

Lupe Montero dijo...

Ay, pués sí, y menos mal que funciona él solito y no es tan frágil como aparenta...
Besos

Cecy dijo...

Me encanto tu viaje interno recorriendo tu cuerpo, es verdad que deberiamos ser mas responsable con el...

Gracias pibi, linda reflexion.
besos

Anónimo dijo...

te acompaño en esa irresponsabilidad, yo soy también así

cristal00k dijo...

Esas sensaciones se parecen a la búsqueda del nirvana particular de cada uno, ¿no?
Cuídate mucho Lilyth y disfruta de tus sensaciones.
Besos.

Anca Balaj dijo...

Sí, impresiona cuando te paras a pensar en las cosas como son, en lo frágil que es nuestro cuerpo y el hilito de vida al que nos agarramos, en como nos arriesgamos y exponemos día a día como si fuéramos inmortales... Y si lo piensas un poco más, en cómo desperdiciamos nuestro corto tiempo, también como inmortales.

Por suerte esto no lo pensamos cada día, pero por suerte lo pensamos de vez en cuando.

Un beso

Maria Coca dijo...

Es curiosa esta reflexión del cuerpo y el alma. Dos en uno que siguen siendo dos... aunque son uno...

Está bien hacer lo que has hecho. Contemplarnos un poco para aprehender cómo somos.

Besoss

utópico dijo...

Este es genial, creo que este mes, estabas bastante reflexiva, el fin de año, la soledad, el silencio. Este ha debido ser un pajazo mental masivo, uno de esos orgasmotronicos, de los que sales gritando Eureka!! Jajaja, me gusta, porque te sientes tan consciente de ti misma, a veces me pasa, sobretodo con buena música y mucha soledad. Pa que. Jean Paul Sartre tiene un libro que se llama, el ser y la nada, no lo he leído completo, es inmenso, pero algo me dice que a vos te gustaría saber mucho más al respecto. Por cierto te gustaría El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir? Jijiji



Besos presentes!!!