lunes, 3 de diciembre de 2007

Historia sin giro

Los trastornos de personalidad han sido estudiados por poetas y sicólogos, he leído más trabajos de los primeros sólo porque tienen mejor redacción que los segundos.

Este caso no es diferente ni singular, simplemente es uno mas de los tantos que tiene el mundo, ni mas severo ni mas intolerable, se podría decir incluso que fue la vergüenza de los trastornos por ser el atrasado de la clase. En la única materia que se distinguió con un diez fue en la de incoherencia entre personalidades.

Se distinguen principalmente, la niña fresa, la mujer pragmática y el lobo de los cuentos. Gracias a sus diferencias no logro reconocer bajo que signo he nacido y resulta ser un problema cuando quiero revisar mi horóscopo.

La querida niña fresa, es la que no ha cumplido los quince años, se negó a soplar las velas y mantiene en suspenso a sus invitados, inocente y consentida por todos, utiliza la Masterd Card de papá para mitigar sus preocupaciones cotidianas de conseguir el look fashion del día. Las respuestas que da a la vida, parecen salidas de un concurso de belleza, no sabe cocinar y cuando sea grande quiere ser como la princesa de España (una periodista que no ejerce y vive a todo lujo) por cierto, esos son los únicos datos que tiene de ella.

La mujer pragmática vive en un mundo tan real que logra oscurecer hasta los días rosa de la niña, un mundo lleno de cálculos de probabilidad, sin dios ni esperanza, a veces despierta entusiasmada con algún proyecto… otros me repite al oído que he perdido mi tiempo y que “a mi edad” debería poder enumerar mis logros y rectificar mis errores. Es una mujer hecha y derecha, educada dios sabe por quien, bajo creencias estrictamente feministas, ambas sospechamos que es la única irrealidad de su personalidad. Segura de si misma y realmente competente, es capaz de beber de un tirón un botellín de cerveza y sabe que cada copa se paga, tarde o temprano. Es mi personalidad preferida para salir los sábados.

El problema del lobo de los cuentos es que es un personaje que nació para perder… mas de una vez lo engañaron, le dispararon y lo utilizaron como ejemplo de todo lo que NO debes hacer en esta vida. A pesar de los detalles del estereotipo que debe cumplir, es un personaje honrado que se busca la vida a través de medios incorrectos. Detallista hasta la enfermedad, planifica ataques inverosímiles y sueña con las fiestas de gala a las que nunca lo invitarán. Celoso, posesivo, con tendencias maniaco depresivas y muy preocupado por la higiene. Soñador compulsivo, amante inoportuno, corazón ambivalente que puede pasar del amor al odio sin mayores explicaciones. Enamorado de todas, comprometido con ninguna.

A pesar de lo que pueda argumentar la mujer pragmática, la masculinidad de esta personalidad no proviene del estereotipo de hombre promiscuo ejemplificado en las historias, el lobo de los cuentos nació ante la necesidad de crear un sujeto capaz de equilibrar la relación entre dos féminas distintas entre si, dicho de otra manera, para evitar el asesinato vano de una de mis personalidades y el suicido por remordimiento de la segunda.

Si todos ellos lograran definir sus competencias y se hiciera cargo de lo que mejor saben hacer, no me importaría ser el conserje de tan singular edificio.
Sin embargo, es claro que ocurre todo lo contrario… la niña fresa acude a las disertaciones de negocios, la mujer pragmática asusta a todos los caballeros que intentan enamorarla con vanos juegos sentimentales… y el lobo feroz… acapara todas aquellas actividades donde la probabilidad de triunfar era casi perfecta.

Pero la lucha de poder llega más lejos, buscando las eternas diferencias se niegan a reconocer las similitudes que los unen y cierran los ojos ante las evidentes muestras de galanteo que ofrecen mis muchachas y el constante rechazo de parte del lobo.

Si acordamos que, como dice el refrán “el amor agudiza todos los sentidos menos el común” y a esto le añadimos la tendencia humana de pensar que el pasto del vecino es más verde, se obtiene como resultado una mezcla peligrosa además de bastante ridícula.

La niña fresa va de compras y con el mejor traje de dos piezas juega a ser una gran ejecutiva, el interés por los acontecimientos económicos termina cuando el dependiente le pregunta “¿tarjeta o efectivo?”

La mujer pragmática como falsa niña prepuber no engaña a nadie… ni a ella misma. El vano intento de encajar bajo un estereotipo falso la confunde y el desconocimiento de estos límites la delatan…

Y como he repetido tantas veces durante esta historia, el caso del lobo de los cuentos… no podía ser de otra manera, el esta enamorado de un imposible, del único ser que no se entrega a su juego, aquel que no esta definido, que vive a la sombra, que no puede amarlo… una servidora.



La mujer invisible
Junio de 2006

3 Invisibles:

utópico dijo...

Y no nos describiste nada de la narradora... la mujer invisible, o es que no se sabe nada de ella porque no la vemos, y simplemente sabemos de su existencia porque como prueba tenemos sus escritos....?
interesante... me tocara en algun momento analizar mis diferentes personalidades....

Lilyth dijo...

Es que la mujer invisible es la más complicada jajajaja pero la única que deja huellas por donde pasa... a la espera de que alguien la vea ;)

utópico dijo...

pues ya te vi!