sábado, 13 de octubre de 2007

Los viajes y las muelas

Existe una relación importante y poco estudiada en nuestro medio, aquella que corresponde a los viajes y las muelas. Esta investigación podría obtener como resultado mejoras en el comportamiento, en la oferta de servicios e incluso llegar a extremos místicos como la búsqueda de un nuevo santo.

Partiendo de la teoría causa y efecto, podemos observar que como consecuencia de la proximidad de un viaje, el boliviano promedio visita al dentista (además comprará un lote nuevo de ropa interior, pero este tema será desarrollado en investigaciones posteriores).

El razonamiento que determina el diagnóstico, sigue un patrón poco científico pero frecuente en el uso, tanto para dentistas como para pacientes: “A menos de 500 km, solo se necesita una limpieza, entre 500 y 2000 km tratamiento de caries y si se trata de viajes mayores, un tratamiento completo”

El factor de control puede variar de distancia a tiempo, si el viaje a realizar, medido en kilómetros es relativamente corto, la duración en tiempo será determinante. Se realiza entonces una analogía similar al caso de las distancias: Por viajes al rededor de medio año, una limpieza y tratamiento de caries. Mientras que para mayores ausencias se habla de cambio de amalgamas e incluso los temidos tratamientos de conducto.

Los motivos que conducen a este comportamiento son variados, el 51% de la población asegura que se debe a un desconocimiento del costo que puede significar visitar un especialista en otras localidades; el 29% alude a la falta de confiabilidad. Sin embargo el restante 14% confiesa motivos más simples como el pudor de abrir la boca frente a desconocidos. Y por último un 4% que no sabe no contesta.

Un agravante que complica una situación que se muestra simple, es el hecho de que los bolivianos que recurren a estos servicios bajo las circunstancias descritas, visitan a su dentista amigo a último momento.

Como consecuencia el cronograma de actividades es por demás apretado, dedican una mañana a abrir 32 piezas dentales, que serán selladas por la tarde y si es necesario un turno para las extracciones o “varios”.

Alejados ya de toda supervisión, surgen las complicaciones, inflamaciones severas, sensibilidad dental e incluso pedazos de muela que salen a la superficie tiempo después. Como consecuencia muchos pacientes buscan en diferentes medios, cual es el santo que deben invocar para las curaciones milagrosas.

Como conclusión de esta investigación se puede decir que, no hay soluciones simples o rápidas en el tratamiento dental, por esto se sugiere a los habitantes del territorio boliviano tomar las precauciones necesarias en caso de viajes; a los médicos dentales se les aconseja contar con atenciones especiales en horario o un tratamiento en cadena que pueda apresurar las curaciones.

Y por último, se mantiene a manera de interrogante una cuestión que no pudo ser diseccionada durante el desarrollo de este trabajo, para ser analizada en investigaciones posteriores:

¿Cuál es el santo al que se debe recurrir para las curaciones milagrosas y sin intervención médica?

NOTA:
Ningún dentista resultó herido durante la presente investigación, algunas muelas se mantienen en estado crítico, mientras que las encías fueron dadas de baja la quinta semana del mes en curso.

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