jueves, 25 de octubre de 2007

Cosmobolitas

Después de una clase sobre recursos humanos y la explicación de la necesidad de las empresas de contar con gente cosmopolita entre sus filas, tuve que dirigirme a la Real Academia de Lenguas Española, para salir de la duda… como debo ser? Cual es el perfil profesional que debo llenar?. Para mi desilusión, lo que encontré, fue lo siguiente:

cosmopolita.
(Del gr. κοσμοπολίτης, ciudadano del mundo).
1. adj. Dicho de una persona: Que considera todos los lugares del mundo como patria suya. U. t. c. s.
2. adj. Que es común a todos los países o a los más de ellos.
3. adj. Dicho de un ser o de una especie animal o vegetal: Aclimatado a todos los países o que puede vivir en todos los climas. El hombre es cosmopolita.


Como es un habito en mi, el crear conflictos desde donde no existen, la piel se me pone de gallina y el corazón de pollito. ¿Es que para ser cosmopolita debo dejar de amar a mi tierra? ¿Dejar de extrañar los chicharroncitos de la mañana, los sándwichs de los siete lunares y la casuela que hace mi mama y no se parece en nada a la casuela tradicional? …¿abandonar las cotidianas costumbres y decir tojorí cuando toda mi vida he dicho tujuré?

Aunque hoy fue el día en que parí el asunto, ha crecido en mis entrañas desde el maravilloso día en que mis padres decidieron traerme al mundo en La Paz, criarme en Sucre, llevarme de vacaciones a Santa Cruz y enviarme a la universidad en Cochabamba… sin olvidar mi aportación de enamorarme de un trinitario.

Porqué me preocupan estos detalles cuando la definición no excluye el amar a la primera patria? Por una razón simple… estoy lejos de ella y no quiero olvidarla… no quiero convertirme en uno mas de tantos bolivianos que olvidan su acento y que al regresar la llajua les cae mal… no quiero considerarme hija de todas las patrias, porque seria una mal parida de mas de 150 madres.

Es jodido ser extranjero en cualquier lugar, pero es mas jodido ser boliviano extranjero en cualquier lugar… nadie puede entender porque amas a tu patria, después de media hora de contar al mundo que no ganamos guerras, que preferimos un carnaval, que regalamos tierras, que nuestros gobernantes fueron capaces de matarnos una noche de San Juan y que resumiendo nos violan cuando quieren… te sale un grito del alma y dices… ¡por que es mi patria carajo! y como no tenemos un slogan tan pegajoso como el de “Viva México, cabrones” levantamos la copa y acto seguido gritamos “salud, seco”… como me gustaría saber de memoria el poema del canal siete, que en mis primeros años cerraba la emisión con una frase que decía “por mi bendita patria”.

Desvarío con la idea que me lleva a escribir estas líneas, intento explicar que no es la primera vez que me siento ajena, que tengo el acento camba y soy orgullosa de ser paceña… que me sentí extranjera en casa, cada vez que extrañaba a la ultima ciudad que había dejado atrás. Que nunca he comprendido el odio entre regiones porque cada vez que hablan mal de un lado, tengo razones para apoyarlo.

¿Cómo puedo pretender ser cosmopolita? Si España no me trata de collita, no me invita cuñapés calientes por la mañana ni respeta la hora boliviana. ¿Cómo? si mi patria corre por mis venas, si extraño pedir una rebaja a las caseras y el modo de latir que tiene mi corazón cuando escucha una chacarera…

Tal vez si lo he sido, pero solo en casa, porque nunca he podido dejar una ciudad atrás sin pensar que regresare algún día, no existe pureza ni en mi vocabulario los ñaupa tiempos están mezclados con las jotas, y en mi mundo de colores los pata amarilla tienen hijos con los de sangre azul.

Con la mano en el pecho, declaro:

Cosmobolitas del mundo Veníos (a Bolivia, claro!)

Mayo de 2006

Lilith

4 Invisibles:

Vania B. dijo...

Con qué esa es la razón de la expresión no? y bueno sería criar cosmoBolitas a todos nuestros hijitos, así se acaban estos regionalismos miserables que solo demuestran lo pobres de espíritu que son lo que lo promueven.

Yo me voy a vivir a LPZ de nuevo, pero parte de mi corazón se queda en SCZ, así como los años más hermosos de la niñez de mis hijos: el aroma del café con cuñapé y los diferentes tonos de verde de esta ciudad circular.

Un enorme abrazo, Lilyth cosmobolita.

Lilyth dijo...

Eso de dejar el corazón regado es grave!
Yo soy del tipo de personas que busca explicaciones (consuelo) y tratamiento médico (placebos) jajaja. He leído sobre esto de cambiar de ciudad y como se acerca el fin de semana voy a hacerte un pequeño resumen (como tarea jajajajaj) se llama el síndrome de Ulises. No se si pueda ayudarte, es mas no se si necesitas ayuda, pero en fin, lo colgare mañana.

Me gusta como me llamás, así que voy a adoptarlo jijijijij

Saludos desde el mas aca

NiNoSkA NoGaLeS dijo...

este post, me ha dejado caer unas lagrimillas... porque estoy justo en lo dificil que es amar a tu patria, y estar lejos de ella, necesitarla y extrañar hasta, como dices, a las caseras, los micros, cada esquinita y cada calle... en fin...sólo cuando estamos lejos para entenderlo... me gusta mucho la idea cosmoboliviana, más ahora cuando el pais necesita unidad en su diversidad... amiga gracias por tu post y arriba cosmobolitas!!!!

un abrazo!

Lilyth dijo...

Me alegra que te hayas identificado con el post, no por la lejanía física de la patria, me alegra porque de cierta manera eres una de las bolivianas que amamos al país y lo sacaremos adelante, así sea jalando como grúa desde fuera jajajajajaa Besos!!